En el mundo de la alimentación los riesgos alimenticios están a la orden del día y siempre hay que estar al tanto de posibles errores en la conservación de la materia prima para evitar la aparición de bacterias que impiden el correcto funcionamiento del cuerpo humano.

Un claro ejemplo de aparición bacteriana fruto de un mal estado del producto es la salmonelosis ó infección por salmonela, una enfermedad bacteriana que afecta al intestino. Esta aparece, en su gran mayoría, debido a la ingesta de carne, carne de aves, huevos o productos a base de huevo crudos o poco cocidos, o de leche no pasteurizada que ha sido contaminada.

Es una infección que parece que solo aparece cuando el calor aprieta, pero no es así, ya que convive en nuestro alrededor durante todo el año. Se encuentra dentro de las zoonosis (enfermedades o infecciones que se transmiten de los animales al hombre, y viceversa, de forma directa o indirecta), más en concreto zoonosis alimentaria.

Entre sus síntomas, encontramos algunos como diarrea, fiebre y vómitos, en algunos casos.

 

Con la salud de las personas siempre en mente y con el objetivo de mejorar las formas de trabajo de nuestros clientes, en Indespan contamos con dos productos muy presentes en la gastronomía, sobre todo, en el sector de la hostelería. Nos referimos a la mayonesa y al alioli ó ajoaceite, dos salsas típicas elaboradas con huevo crudo como uno de los principales ingredientes, con el riesgo de salmonelosis que ello conlleva.

Gracias a nuestra tecnología e investigación, desde hace años ofrecemos estos dos productos pero con dos características fundamentales para la lucha contra esta afección: se trata de un producto en polvo, lo que ayuda en su conservación durante un periodo de tiempo mucho más extenso, y no contiene huevo, lo que hace imposible la aparición de la bacteria.

  • Ambas son muy fáciles de preparar, añadiendo solamente agua (y aceite, en el caso del alioli) en las proporciones indicadas y batir unos segundos.
  • La textura y la homogeneidad, así como el sabor, son inconfundibles y nada envidiables.
  • La textura se puede personalizar al gusto del consumidor, ya que tan solo dependerá de la adición de líquidos, pudiendo conseguir un resultado más ó menos denso.
  • Una vez elaboradas las cremas, se pueden guardar en el frigorífico para usos posteriores.

 

Huevos rellenos, sándwiches, patatas bravas, ensaladas, carnes y pescados… nuestros clientes del canal HORECA, ya pueden ofrecer deliciosos platos acompañados de un buen alioli ó una delicada mayonesa y estar 100% seguros de su riesgo 0 de contaminación.